Utilizamos poliéster reciclado obtenido principalmente de botellas PET (residuo post-consumo). Las nuevas fibras conservan la calidad y propiedades técnicas del poliéster virgen, pero en su proceso de fabricación se reducen en más de un 50 % las emisiones de CO₂. De esta manera evitamos que toneladas de residuos terminen en vertederos o ecosistemas.

Esta innovadora fibra se obtiene al transformar residuos como redes de pesca, alfombras y descartes de producciones textiles. Manteniendo las mismas propiedades que la poliamida convencional, su proceso de regeneración evita el uso de materias primas vírgenes y reduce el impacto climático hasta en un 90%. Su hilo versátil, duradero y elástico es perfecto para el desarrollo de tejidos moldeadores y compresivos.

Una de las soluciones más avanzadas en reciclaje textil. Permite tras un proceso de pirólisis transformar neumáticos usados en hilo de poliamida 6.6. El resultado es un tejido técnico, altamente resistente, con las mismas prestaciones que la poliamida virgen, pero obtenido sin utilizar recursos fósiles convencionales.

El algodón orgánico no modificado genéticamente que empleamos en la producción de nuestras prendas, se cultiva sin pesticidas, herbicidas ni fertilizantes químicos. Este tipo de cultivo preserva la salud del suelo, reduce el uso de agua (hasta un 91% menos) y protege la biodiversidad local. Suave y transpirable, se convierte en la materia prima ideal para crear tejidos cómodos y duraderos.

Trabajamos con lana reciclada obtenida a partir de excedentes de producción y prendas en desuso (residuos pre y post-consumo) Se selecciona, tritura y vuelve a hilar, obteniendo como resultado tejidos con las mismas propiedades térmicas, transpirables y antibacterianas que la lana virgen tradicional. Este proceso requiere un 90% menos de agua y permite un ahorro considerable de energía y emisiones de CO₂.